“Existe un principio bueno que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principio malo que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer. PITÁGORAS.

Estamos en el primer cuarto del siglo XXI, prácticamente el mundo está comunicado 24/7; la educación es accesible para más de 2/3 de la población; este panorama -por lógica- hace a nuestra sociedad más informada, con suficiente material para construir ideas mejor cimentadas para el crecimiento de todos, pero no es así. Uno de los tantos temas es la equidad de género, dónde se busca la dignidad y los derechos que poseen todas las personas a tener un trato justo. Garantizar lo anterior, nos lleva a la construcción de sociedades justas y equitativas, que buscan un equilibrio y un correcto desarrollo de la misma para que se respete la contribución de todos los individuos de cualquier género y así tener acceso a la política, educación, trabajo y lucha contra la violencia.

En todo el planeta, existen manifestaciones femeninas para encontrar ese equilibrio con los hombres, pero algunos de estos movimientos se convierten en batallas violentas que desvirtúan el objetivo último. En la artificial guerra de sexos sobre si los hombres son de Marte y las mujeres de Venus siempre surgen las posibles diferencias de percepción. Durante grandes períodos de tiempo de la humanidad, el género masculino ha sido más inteligente que las mujeres. Incluso se aportó como argumento clave que el tamaño del cerebro de los varones humanos es mayor que el de las mujeres (un 11 % aproximadamente). Charles Alexander Pasternak director del Centro Biomédico Internacional de Oxford, que escribió el libro “Androcentrismo”1, y nos dice: “Desde el Neolítico, el autor repasa las pruebas de que las mujeres han sido independientes y fuertes a la hora de tomar decisiones”. También menciona que “no hay evidencias biológicas que respalden la teoría de que los varones son más inteligentes que las hembras. Además, el investigador retrata como a menudo sus elecciones demuestran mayor capacidad intelectual y moral, mientras que los hombres favorecen la elaboración de leyes desiguales y se construye el mito social de que ellos son más listos. En el campo científico, el tamaño del cerebro se ha demostrado que no es indicativo de la inteligencia del ser humano”.

En el campo laboral, de acuerdo a un artículo de la plataforma OCC Mundial, las mujeres mexicanas empresarias que han tomado relevancia, no solo a nivel local o nacional, incluso algunas han logrado el reconocimiento internacional. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), pese a que las mujeres representan el 35% de la plantilla laboral de las empresas, solo el 1% acceden a puesto de alta jerarquía

Además, es en el sector financiero donde hay mayor participación de las mujeres, siendo el 53% de la fuerza laboral. Aunque, del total de los puestos de nivel vicepresidencia o direcciones de ahora, solo el 15% son ocupado por una mujer. De las 155 empresas analizadas por el IMCO, es el sector financiero el que tiene mayor presencia de mujeres en cargo de vicepresidencia y/o dirección de harás con un 22%.En cuanto los consejos de administración, solo el 9% de los integrantes son mujeres. Y de las 210 mujeres consejeras, el 28% participan como suplentes, ellas son grandes referentes en el mundo empresarial que fungen de ejemplo e inspiración para miles de mujeres. Estos son algunos ejemplos de mexicanas empresarias:

Blanca Treviño es presidenta y directora ejecutiva de Softtek, y es miembro del Consejo Directivo de U.S.-México Foundation, del Consejo Directivo de Wal-Mart México la Universidad de Monterrey, Universidad Tec Milenio, entre otros. Actualmente cuenta con 15,000 colaboradores y 30 oficinas ubicadas en Norteamérica, Latinoamérica, Europa y Asia. Mayra González es directora general de ventas globales de Nissan motor en Japón. Mónica Flores Barragán, presidenta de Manpower Group en Latinoamérica, empresa líder en soluciones innovadoras de capital humano. Tiene a su cargo la operación de 18 países y más de 3,7000 colaboradores de la empresa.

Elvia Carrillo Puerto, primera diputada mexicana. Fue originaria de Motul, Yucatán, fundadora de la primera organización femenina de campesinas en 1912 y de las “Ligas de Resistencia Feministas”, a través de donde llamaba a las mujeres a unirse para tratar temas como el derecho al voto, la alfabetización y el control de natalidad.

Eufrosina Cruz, primera mujer indígena presidenta del congreso de Oaxaca. Indígena zapoteca, tras graduarse como contadora pública, regresó a su tierra natal donde decidió aspirar a la presidencia municipal. En 2007 contendió y ganó. Sin embargo, las autoridades desconocieron su triunfo, pues iba contra los “usos y costumbres” de su comunidad. Ella comenzó una lucha para lograr que se cambiaran las leyes de usos y costumbres y se reconocieran en su totalidad los derechos políticos de las mujeres.

En todos los campos de la vida, existen mujeres exitosas al frente de empresas, familias, movimientos, instituciones; que día a día, demuestras su capacidad como ser humano para formar un mundo mejor, con armonía para buscar un mejor futuro para todos. Esas conquistas no han sido fáciles, pero con hechos que construyen y llevan al crecimiento, ellas continúan demostrando que el cerebro pesa más que la costilla. MONICA ESPINOSA